domingo, 25 de marzo de 2012

¿Cómo proteger a los hijos de la mala influencia de la televisión?


Texto y foto:
Aracelis Torres

“Algunos padres sienten gran preocupación por los efectos que la televisión puede causar en sus hijos, razón por la cual deciden consultar a psicólogos y especialistas, sobre las dudas que retumban en su cabeza, con el fin de esclarecer la situación”, resaltó Dra. Francisca Morillo, psicóloga infantil.
 La especialista explicó que los niños dedican un promedio de tres horas diarias a la televisión, de tal forma que apenas les queda tiempo para realizar otras actividades o incluso para estudiar o hacer deberes.


“Los programas de televisión influyen de manera considerable en los valores del niño y en su forma de relacionarse con los demás y de ver la sociedad. Sin embargo, no hemos de olvidar que la televisión no es buena o mala, sino que dependerá del uso que se haga de ella”, indicó.
Morillo destacó que su consejo principal es que los padres deben elegir los programas adecuados según la edad de cada niño y enseñar a los hijos, conforme se hacen mayores, a elegirlos y a tener una actitud crítica sobre lo que ven.
“Para ello es necesario que los papás conozcan el contenido de los programas y que se sienten con sus hijos a ver la televisión. Así podrán comentar lo que están viendo, dándole interpretaciones y explicaciones, y mostrarles además la diferencia entre la realidad y la ficción, ya que en ocasiones pueden tener dificultad para diferenciarla”, especificó.
En torno a la influencia que ejercen las publicidades en las mentes de los pequeños, manifestó que los padres pueden seleccionar los programas, pero evitar la publicidad resulta casi imposible pues todos los programas tienen cortes publicitarios.
Seguidamente, argumentó que “con frecuencia la publicidad influye negativamente en nuestros hijos, mediante una información incorrecta o engañosa, a través de la cual les hacen desear juguetes que no son exactamente como aparecen en el anuncio o les incita a consumir alimentos que no favorecen unos buenos hábitos alimenticios”.
Ante esta situación aseguró que lo que sí pueden hacer los padres es explicar a los hijos el objetivo de la publicidad y enseñarles a contemplarla de una manera crítica.

La violencia en la televisión
La violencia junto con la sexualidad, abuso de drogas, alcohol y problemas raciales, son temas frecuentes en televisión.
“El comportamiento de los niños queda determinado en gran medida por lo que ven, por lo tanto la violencia influye indudablemente en la conducta del niño, de tal forma que si un niño ve de forma habitual programas en los que impere la violencia llegará a verlo como algo normal, se volverá inmune e insensible hacia este tipo de actos”.
Sin embargo, no se puede culpar a la televisión de la violencia de los hijos, sino considerarla como un factor más entre los muchos que influyen en las conductas violentas.
La psicóloga destacó que lo que sí está demostrado es que si un niño ve excesiva violencia por televisión, desarrollará comportamientos más agresivos y aprenderá a utilizar la agresión para resolver sus problemas.
Las programación infantiles frecuentemente reflejan la violencia con héroes, que utilizan la utilizan con fines altruistas o para ayudar a la humanidad.
No son sólo los "malos", sino también los héroes de nuestros hijos los que la utilizan para conseguir sus objetivos. ¿Es esta la conducta que queremos que nuestros hijos imiten?

Reglas que deben establecer los padres 
Los padres deben saber la influencia que la televisión puede tener en sus hijos y los daños que puede ocasionar en ellos. Algunas de las medidas que pueden tomar son las siguientes:
1. Ponga límites al tiempo que el niño pasa viendo la televisión.
2. Conozca el contenido de los programas. Si vemos que un programa no es adecuado para él, no debemos dudar en apagarla o cambiar de canal.
3. Prohíba la televisión durante las comidas.
4. Ofrézcale alternativas: jugar con los amigos, deporte, lectura, etc. El juego no es sólo distracción sino que favorece su desarrollo físico y social.
5. Predique con el ejemplo. Los hijos imitan lo que hacen los padres. Si los padres pasan horas delante del televisor, sus hijos harán lo mismo.

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